lunes, 25 de abril de 2011
Apatosaurus
Significa reptil despistado. El nombre se debe a las razones antes mencionadas, por lo del cráneo perdido. Sus principales atacantes era depredadores como el Allosaurus. Para huir de ellos, el dinosaurio se iba corriendo hasta ocultarse entre los árboles o los helechos gigantes. Si estaba lejos de estos lugares, tendría que correr a toda la velocidad que su cuerpo le permitía. Al correr, posiblemente debido a su gran peso, dejaba grandes huellas. Con ellas, posiblemente el carnívoro se tropezase con ellas, por la profundidad de éstas. Además, podía darle fuertes golpeas con su cola extremadamente larga, gruesa y flexible. El final de la cola, que constaba con cerca de 80 huesos, era muy delgado y podía funcionar como un eficaz látigo. En los últimos años, se ha descubierto que algunos saurópodos podían elevar las patas delanteras que, además de servirles esta posición para alimentarse de las copas de los árboles más altos mejor, le servía para dar fuertes patadas con las garras pesadas delanteras de los brazos que, impulsadas por toda la potencia del dinosaurio, podían dejar fuera de combate a la mayoría de los depredadores. También se ha pensado que podía dar coces con las patas traseras con el mismo sistema. Su cráneo era aproximadamente de ancho como el perímetro de su cuello. Este cuello era muy largo y contenía 15 enromes y largos huesos. Era sostenidos por poderosos músculos dispuestos a lo largo de las vértebras de éste. Se alimentaba de las hojas de los árboles más altos, recortándolas con sus débiles mandíbulas que tenían largos dientes que funcionaban como clavijas picudas. Su cuerpo era semejante a un dirigible con dos enormes prolongaciones, todo ellos sostenido por cuatro patas como columnas. Este dinosaurio de la familia de los diplodócidos podía alcanzar los 21 metros de largo, las 20 toneladas de peso y era de los saurópodos más corpulentos. Vivió hace 150 millones de años, a finales del período Jurásico, en Norteamérica.